Diabetes


La Diabetes Mellitus o diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el organismo pierde su capacidad de producir suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se produce en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos sea absorbida por las células del organismo, en donde se convierte en energía necesaria para los músculos y los tejidos. Como resultado una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente de modo que ésta queda circulando en la sangre (hiperglucemia), dañando los tejidos con el paso del tiempo. Este deterioro causa complicaciones  en diferentes órganos especialmente en los ojos, riñones, nervios, corazón y vasos sanguíneos.

 
La glucemia o glicemia es la medida de concentración de glucosa en el plasma sanguíneo. En ayunas (glusemia basal), los niveles normales de glucosa oscilan entre los 70 mg/dl y los 100 mg/dL. Hipoglucemia cuando la glucemia es inferior a este umbral ; glucosa alterada en ayuno cuando se encuentra entre los 100 y 125 mg/dL , e hiperglucemia  cuando supera los 126 mg/dL.
 

 
 
La prueba de hemoglobina glucosilada A1c es una prueba de sangre de rutina que determina qué tan bien lleva el paciente el control de su diabetes. Esta prueba, en conjunto con el control glucémico que lleva el paciente a diario, le sirve de guía al médico para hacer ajustes en su tratamiento.
Los resultados significan que mientras mas cerca al valor normal este la hemoglobina glucosilada existe un mayor control y si son más altos sus niveles mayor será el riesgo del paciente para desarrollar complicaciones de la diabetes, como una enfermedad ocular, enfermedad renal, daño al nervio, enfermedad cardiaca y accidente cerebro vascular.
 
 
 
 

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